La historia

En una edad anterior al propio tiempo, cuando el mundo estaba aún en penumbra, apareció una Diosa llamada Etaine procedente de otra dimensión, con la misión de crear el mundo de Shaiya en harmonía y prosperidad. En 333 días, gracias a su coraje, fuerza y anhelo por un mundo perfecto, creó la vasta y rica tierra llamada Teos Epeiros. Inicialmente creó un océano en el que se sumergió para crear todos los continentes a partir de su carne. Erigió enormes montañas y trazó ríos profundos que surcaban la tierra al igual que las venas que recorrían su cuerpo. Creó bosques verdes y llanuras que envolvían las tierras, todo a imagen de su complexión juvenil. El cielo y las estrellas heredaron su exquisita apariencia a partir de sus ojos.


Todas las vidas surgieron de las manos de la Diosa de Etaine. Al principio, creó a los Dioses Dragón: los Thelaiosis, para ayudarla a gobernar el reino de Teos Epeiros. Threemans, uno de los Thelaiosisianos, sugirió a la Diosa que creara dos razas más, los Nordein y los Dumianas, los cuales ayudarían enormemente a que Teos progresara y prosperara. Poco después, con la ayuda de Threemas, los Nordein y los Dumianas fueron creados.



Por desgracia, los Nordein, nacieron con deformidades y rasgos poco favorecedores, lo que hizo que la Diosa los considerara un fracaso. Los sepultó bajo tierra para que fueran olvidados. Habiendo aprendido del error de crear una raza sin una visión previa, los Dumianas fueron creados a imagen de la Diosa y con la lealtad y la virtud de los Thelaiosisianos. Todos ellos vivieron y prosperaron en harmonía y adoraron a la Diosa a partir de entonces.


Con el tiempo, los Dumianas desarrollaron su propia fuerza. La Diosa les otorgó el don de la inteligencia y la sabiduría, ignorando que dichas bendiciones eventualmente fomentarían ambiciones, dudas y una creciente falta de respeto y rechazo hacia su autoridad. Finalmente, Los Dumianas se rebelaron y comenzaron una Guerra que duró siete años.



Según la guerra fue desarrollándose, la Diosa Etaine fue deprimiéndose y acabó por debilitarse. Su belleza desapareció junto con su poder. Aprovechándose de la situación, los Dumianas pusieron fin a la vida de la Diosa con una espada afilada.



Al perecer, su atormentada alma quedó destrozada y se rasgó en dos mitades.



Con su muerte, la tierra tembló y el cielo se oscureció mientras los seres vivos de Shaiya fueron rápidamente devorados por la tierra, como si ésta quisiera expiar los pecados que éstos habían cometido. La mayoría de Teos Eperios y de sus habitantes fueron destruidos. El destino permitió a Proton y Eustatin, dos Dumianas supervivientes, sobrevivir y reconstruir las tierras. Se ocultaron en el Monte Aspeleia y vivieron juntos felizmente durante años.



Un día, Eustatin descubrió que estaba embarazada. Sintiéndose solo en el mundo, asustado y confundido sobre qué hacer a continuación, Proton respondió severamente y optó por que ambos tomaran caminos separados. Proton emigró al norte mientras que Eustatin se dirigió al sur.


En el sur, Eustatin vivió en soledad y dio a luz a un hijo saludable. Casi como si estuviera aguantando viva hasta que su hijo pudiera valerse por sí mismo, murió misteriosamente cuando éste alcanzó la edad adulta. El fuego de su cremación ardió durante 100 días promovido solo por el resentimiento y el odio hacia Proton. Incluso pese a la cremación, para liberar a su hijo de la angustia de vivir sólo el alma maternal de Eustatin creó a una joven mujer a partir de sus cenizas para que compartiera la vida con su hijo. Ellos se convirtieron en los ancestros de la raza Vail, que continuaron acarreando gran parte del resentimiento del pasado.


En cuanto a Proton, su vida se mantuvo atormentada por las acciones que los Dumianas llevaron a cabo contra la Diosa Etaine así como por las suyas propias, al haber abandonado al amor de su vida. En su soledad creó, a partir de un árbol, una estatua a imagen de Eustatin. Un día, la figura de madera se convirtió en una mujer de carne y hueso, idéntica a Eustatin. Infundidos con la sangre de la Diosa Terrestre y Proton, se convirtieron en los fundadores de la raza Élfica.



Durante 500 años, las razas de los Vail y los Elfos vivieron separadas, ignorando la existencia de la otra. Según las razas fueron desarrollándose y progresaron, expandieron sus reinos hasta entrar finalmente en contacto la una con la otra. Los encuentros nunca fueron cordiales. Los Vail querían expandirse al Norte, mientras que los Elfos querían expandirse al Sur. Muchas batallas se perdieron y ganaron en ambos bandos, aunque ninguno de ellos pudo avanzar más allá del Río Fluvious.



En cuanto a Etaine (la que fue Diosa de Etaine y ahora es Diosa de Shaiya), su cuerpo desapareció tras su muerte, pero su alma se mantuvo dividida en dos. La división de su espíritu potente provocó eventos sobrenaturales que generaron eclipses ocasionales. Cada vez que acontecía uno de estos eclipses, el mundo se agitaba violentamente; el suelo se rasgaba y abría de manera salvaje, iniciando monstruosas tormentas. El mundo de Shaiya se detuvo literalmente en seco, y la Guerra entre los Vail y los Elfos se interrumpió momentáneamente por miedo al poder de las Diosas. Durante uno de los eclipses, surgió repentinamente entre los dos océanos del mundo de Shaiya una gran isla de Etos. Los habitantes de Etos eran de raza humana, los cuales provenían de la dimensión de Gaia. Después de transcurridos unos 200 años, la población humana prosperó, pero la superficie de la isla fue incapaz de contenerlos y se vieron obligados a emigrar a Teos. Enseguida encontraron ahí a los Elfos y formaron la Alianza de la Luz.


Durante ese mismo eclipse, en las tierras del Sur donde habitaban los Vail, se abrió una gran grieta en el suelo y los Nordein, que habían sido una vez desterrados a vivir en solitario bajo tierra, emergieron del subsuelo con una forma evolucionada, más fuerte y más grande: la de los Comemuertos. Arrogantes, agresivos y temerarios en algún entonces, declararon la guerra tanto a la alianza de Humanos y Elfos como a los Vail en venganza por su confinamiento. Cuando se encontraron al borde de la derrota a manos de la alianza de Humanos y Elfos, los Comemuertos fueron rescatados por los Vail, que aspiraban a crear una fuerza contra la Alianza de la Luz, fundando así la Unión de la Furia.


Y aquí es donde empieza nuestra historia…

¡Shaiya en Español!
 
La versión del Shaiya en español, esta muy pronto a nuesto alcanze!
 
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